- El aullido del cristal,
me arranco de la
caja viva.
- La ventana horizontal,
no entendía que la
pureza se deslizara
sobre ella.
- Pensamiento de otro
mundo,
cruzó el gran umbral.
- El techo protegiendo
nuestro pensamiento,
descansa tranquilo.
- De momento sentado,
visualizo al peregrino
que sin promesa
hace su camino.
- El que anda de noche
entre sombra y sombra,
busca sin rechazo
donde dejar su alma.
- Otros no culpables
de su destino,
caminan indeseables
bajo el mismo manto.
- El cielo llora alegre o triste,
no se si es
por la conciencia
manchada,
de las endebles gotas,
gemelas pero no
hermanas,
aunque estas
manchan de elegancia,
el suelo inocente
de la tonta realidad.
- Algunos no entienden,
del pensamiento elegante
que de pronto cruzó,
dejando este lamento
que otros no ven,
porque el desierto
entre mares marca
su lejanía.
- Pues despierto,
se me rompe esta armonía,
por el camino
que húmedo deja el cielo
y el sentimiento.
- Aunque la sangre
derramada no
seque jamas.
Un interesante poema donde la estructura asumida deja ver una sensibilidad poetica llena de conceptualización y capacidad de evocación.
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